01 Mar Telefónica ya perdió el tren de WhatsApp. Ahora no quiere que le pase lo mismo con el Metaverso
Telefónica ya perdió el tren de WhatsApp. Ahora no quiere que le pase lo mismo con el Metaverso
Telefónica ha aprovechado el MWC 2022 y concretamente el evento de emprendimiento paralelo a esta feria, Four Years From Now, para anunciar que busca startups de cualquier parte del mundo que presenten casos de uso del metaverso, ya que ha cerrado un acuerdo con Meta para “ampliar y explorar conjuntamente las tecnologías del metaverso” según ha explicado Chema Alonso, CDO de Telefónica.
Así, ha anunciado bajo el nombre Open2metaverse que cualquier startup que ofrezca tecnologías “con aplicaciones metaversas” podrá conectarse con Telefónica a través de Wayra, su aceleradora, quien pondrá el foco en casos de uso en torno a la conectividad, los dispositivos, las plataformas virtuales, las herramientas de identidad, los NFT y los marketplaces. Una vez seleccionadas, las startups a las que dé cobijo recibirán también soporte técnico y de infraestructuras, acceso a su comunidad y el ecosistema de innovación y escala global de la empresa.
En construcción
Este anuncio temprano, cuando Meta apenas ha dado unos pinceladas sobre lo que será su metaverso y hay muchas más incógnitas que certezas, tampoco es de extrañar. Por un lado, porque Telefónica no ha anunciado un escenario concreto, como un servicio que vaya a ofrecer en algo de lo que apenas hay nada construido; sino precisamente un llamado a startups con las que aliarse y construir conjuntamente ese metaverso, acuerdo con Meta mediante.
Las telecos han quedado relegadas a proveedoras de infraestructura en muchos de los servicios que son esenciales en nuestra vida, como WhatsApp o Spotify. No quieren que les ocurra lo mismo con el metaverso.
Por otro lado, porque llegar demasiado pronto es preferible a llegar tarde, y visto lo que ocurrió con WhatsApp, mejor no correr riesgos. No necesariamente la aplicación WhatsApp en sí, sino el concepto de dejar que una plataforma reemplace a los servicios que ofrece la teleco y acabar reducida al papel de commodity y poco más. Las operadoras no están a gusto en ese papel y de ahí su propuesta persistente por “ofrecer valor”, en forma de contenidos (precisamente Movistar ha engrosado su oferta televisiva con deportes, producciones originales y plataformas de terceros incrustadas) o de alianzas con alarmas para el hogar o seguros de salud. Algo similar a servicios como Movistar Música, lanzado más de diez años después de Spotify. Precisamente Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, aprovechó para sacar pecho del valor de la inversión en infraestructura un día antes de este anuncio.
Con WhatsApp, las operadoras perdieron el control de la mensajería enviada entre sus clientes en favor de una empresa extranjera que acabó en manos de Facebook. Llegaron apuestas como Joyn y Tu Me que simplemente fallaron por llegar tarde y mal. En la línea de Joyn llegó también el estándar RCS como evolución del SMS, pero la falta de apoyo de Apple y algunas limitaciones que no lo hacían necesariamente mejor que el todopoderoso WhatsApp le hacen mantenerse en la intrascendencia.
En el extremo opuesto, la banca, que gracias a una buena idea bien ejecutada y quizás también a una normativa y un control que dificultó el desembarco de extraños, logró evitar que las grandes tecnológicas le comiesen la tostada digital. Hablamos de Bizum, que se ha consolidado en España sin que soluciones de Apple, Google o Facebook para los pagos entre particulares le hagan sombra alguna.
Telefónica quiere que su desenlace para cuando llegue el metaverso, o los metaversos (aunque su acuerdo es con Meta), se parezca más al de Bizum que al de Tu Me, precisamente por llegar temprano y abriéndose a terceros, a startups que ayuden a definir cómo será ese metaverso, qué haremos en él, qué tecnologías le darán forma y cómo será algo que logre una masa crítica que dé sentido a las inversiones que empezarán a hacerse en torno a él. O dicho de otro modo, a poder ser un actor relevante en él, y no, como ocurre con WhatsApp, Spotify u otros servicios que se han hecho esenciales en nuestras vidas, limitarse a ser quien pone la infraestructura sin control ni prestigio por lo que circula en ellas. Un papel que contrasta, al menos de puertas hacia fuera, con lo que ocurre con gigantes como Google, mucho más prudente; o Apple, que apenas ha hecho unos pocos comentarios al respecto. El tiempo dirá.
De momento ya tienen hasta una web dedicada al metaverso en la que ofrecen dar un paseo virtual en la recreación del stand de la empresa en el MWC 2022. Algo que no es más que una vista 360º en un navegador de un entorno creado para la realidad virtual, algo que lleva años haciéndose sin necesidad de que Facebook le otorgue ningún nombre. Precisamente para subir de nivel han hecho este anuncio.