03 May Android, la manzana de la discordia entre Google y Europa
A mediados de abril, funcionarios europeos acusaron a Google de haber incurrido en una violación de las normas de competencia de la región al promover algunos de sus servicios en los celulares Android por encima de los de sus rivales.
Este es el capítulo más reciente en la continua batalla de Europa con las compañías estadounidenses de tecnología que han logrado dominar la forma en que 500 millones de europeos utilizan servicios digitales como las redes sociales, entre ellas Facebook, y plataformas de comercio electrónico como Amazon. Google ya ha sido objeto de una serie de investigaciones en materia de privacidad y monopolio en el bloque de 28 miembros.
Margrethe Vestager, responsable de las políticas de competencia en la Comisión Europea, afirmó recientemente que Google había promovido de manera injusta servicios propios como el servicio de búsqueda en dispositivos móviles y su navegador Chrome, entre los fabricantes de teléfonos celulares. En su criterio, esto limitó las operaciones de las compañías rivales en el mercado de software para teléfonos inteligentes, uno de los más dinámicos.
“Google abusó de su posición dominante”, señaló Vestager. “El comportamiento de Google ha perjudicado a los consumidores al restringir la innovación en el espacio móvil en general”.
La Comisión Europea, el poder ejecutivo del bloque, declaró que Google había utilizado su software Android para proteger su posición dominante en las búsquedas en línea, además de ofrecer incentivos injustos a los fabricantes de celulares y proveedores de telecomunicaciones para que favorecieran sus productos por encima de los de sus rivales.
Aún no está claro si estos cargos resultarán en sanciones financieras o de otro tipo para Google, que ahora tendrá varios meses para responder a las acusaciones. Sin embargo, si se determina que incurrió en alguna violación de las normas de la región, la compañía podría enfrentar multas de hasta el 10 por ciento de sus utilidades globales o unos 7000 millones de dólares, la máxima cantidad permitida.
Google niega haber contravenido las normas europeas de competencia; afirma que sus negociaciones con fabricantes de teléfonos celulares como Samsung y HTC son voluntarias y que los servicios móviles de sus rivales ya están disponibles en Android.
“Tomamos con seriedad estas inquietudes”, indicó en una declaración Kent Walker, abogado de Google. “Pero también creemos que nuestro modelo de negocios permite que los costos de los fabricantes sean bajos y gocen de mucha flexibilidad, además ofrecer un control sin igual de sus dispositivos móviles a los consumidores”.
Desde que compró la compañía que inventó Android en 2005, Google ha aprovechado el sistema operativo para convertirse en la empresa dominante del mundo móvil.
Aunque Apple genera la mayor proporción de utilidades por ventas de teléfonos inteligentes, Google, que no gana nada por otorgar la licencia de su software Android a los fabricantes de teléfonos celulares, ahora tiene control de más del 80 por ciento del mercado de sistemas operativos para teléfonos inteligentes a nivel global, de acuerdo con la compañía de investigación de tecnología Gartner.
Está previsto que el gigante de las búsquedas gane más de 30.000 millones de dólares en utilidades por sus actividades móviles este año, según eMarketer.
Esto se debe a una nueva realidad pues las personas, en particular en los mercados emergentes, dependen de los teléfonos inteligentes para navegar en la web y utilizan menos las computadoras personales.
Aunque el software básico de Android es gratuito, Google gana dinero por la publicidad de sus productos de búsqueda móvil, y también por las licencias de servicios como Google Maps para fabricantes de teléfonos celulares. También le corresponde un porcentaje de las utilidades generadas por la compra de cada aplicación para celular a través de Google Play, su tienda en línea.
Como parte de los cargos antimonopolio que se anunciaron, Vestager subrayó que los convenios de Google con los fabricantes de teléfonos inteligentes hicieron difícil, o incluso imposible, que otros motores de búsqueda y tiendas de aplicaciones rivales tuvieran la oportunidad de competir en la Unión Europea.
No es la primera vez que Google enfrenta problemas de competencia. El año pasado las autoridades europeas antimonopolio acusaron a la compañía de conseguir que se favorecieran algunos de sus servicios de búsqueda por encima de los de sus rivales de manera injusta.
El dictamen debe publicarse en los próximos meses. Funcionarios de Estados Unidos también investigan el uso del software Android por parte de Google para promover algunos de sus productos y reguladores de países tan diversos como Brasil, India y Rusia examinan los hechos ante la percepción de dominio de la compañía.
Sin embargo, es en Europa donde Google se ha visto bajo mayor escrutinio.
“El requisito de que los fabricantes y operadores carguen una serie de aplicaciones de Google es ciertamente problemático desde el punto de vista del consumidor”, dijeron Ramon Tremosa y Andreas Schwab, dos miembros del Parlamento Europeo que han expresado críticas acerca de las actividades de Google en Europa. “Al actuar de esta manera, Google da, de hecho, una ventaja injusta a sus propias aplicaciones”.
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