Explota la burbuja de los seguidores falsos en Twitter

Explota la burbuja de los seguidores falsos en Twitter

Un reportaje reciente reveló las prácticas de una empresa para proveer de seguidores falsos a usuarios prominentes de Twitter

La sede de Twitter en San Francisco, California. Foto: Creative Commons

Las cuentas falsas son un problema al que se enfrentan todas las redes sociales, y en caso de Twitter involucra al menos a 16,5 millones de perfiles. Twitter anunció a finales del tercer trimestre de 2017 que su base de usuarios constaba de 330 millones de cuentas, y en abril el director ejectutivo Jack Dorsey manifestó que el 5% de las cuentas eran manejadas por robots, no por personas. Otros analistas señalan porcentajes aún más altos, entre el 9% y el 15%, lo que supondría entre 30 y 48 millones de usuarios.

La semana anterior, The New York Times publicó un reportaje en el que reveló las prácticas fraudulentas de una empresa llamada Devumi, que vende seguidores falsos a usuarios prominentes. A raiz del reportaje, Twitter anunció que tomaría medidas legales en contra de la empresa, y miles de usuarios han manifestado en la red social que han perdido gran cantidad de seguidores.

La estrella de la televisión Lisa Rinna, el cantante Clay Aiken y el actor John Leguizamo fueron algunos de los usuarios que perdieron miles de seguidores en los últimos días. No es la primera vez que sucede: en 2014, Instagram tomó medidas contra las cuentas falsas que repercutieron en el número de seguidores de estrellas como Justin Bieber y Kim Kardashian, que perdieron entre 1 y 3 millones de seguidores cuando Instagram eliminó los perfiles.

Empresas como Devumi proveen este servicio no solo para cuentas de Twitter, sino también para otras redes sociales como YouTubeLinkedin e InstagramLa Vanguardia informa de que para conseguir 1.000 seguidores en Twitter basta con invertir entre 10 y 15 euros, y para conseguir 10.000 la inversión es menor a los 100 euros. Dependiendo del uso que se haga de los seguidores, la práctica podría considerarse ilegal.

Para conseguir 10.000 seguidores falsos el importe es menor a 100 euros

Albert Agustinoy, encargado de asuntos de propiedad intelectual y protección de datos del bufete Cuatrecasas, consultado por ese diario, explicó que comprar seguidores es ilegal “dependiendo del uso que se vaya a dar a esos usuarios con posterioridad” y que “es más importante el marco legal de la propia red social que el marco legal aplicable”.

La política de uso de Twitter prohíbe la compra y venta de usuarios y la creación de cuentas con el propósito de venderlas, por lo que dos senadores estadounidenses pidieron a la Comisión Federal del Comercio que se inicie una investigación en contra de las “prácticas injustas de mercadeo” de este tipo de empresas, y lo mismo ha sucedido en otros niveles de la política estadounidense.

[economiadigital.es]