YouTube, el sigiloso rey del streaming

YouTube, el sigiloso rey del streaming

aradaphotography / Shutterstock.com

Uno de los principales comentarios al confirmarse la noticia del servicio de pago de YouTube fue “¿Pagar por no ver anuncios? Uso AdBlock y listo”, pero realmente lo que pretende Google con este movimiento va más allá de ofrecer la posibilidad de retirar la publicidad. Quiere convertirse en el rey del streaming de audio y vídeo, y lo está haciendo de una manera muy sigilosa.

Repasemos algunos datos recientes de uso oficiales de YouTube:

  • Más de 1000 millones de usuarios al mes
  • Se suben 300 horas de vídeo cada minuto
  • La mitad de las reproducciones de YouTube se producen en dispositivos móviles

Ahora recordemos que Spotify tiene 60 millones de usuarios activos en todo el mundo, de los que 15 son usuarios de pago. Son unas cifras por las que se le considera como el líder de la música en streaming. Por otro lado está iTunes, que tiene más de 800 millones de cuentas registradas, que, obviamente, supondrán un buen punto de partida cuando se lance el esperado servicio de streaming de Apple.

Más recientemente probamos Tidal, la ‘revolución’ HiFi impulsada por Jay-Z y multitud de artistas internacionales. Su diferencial es la música sin pérdida en Flac (lossless), vídeos en alta calidad y contenido editorial propio. ¿Cuántos vídeos en catálogo? A día de hoy, 75.000. ¿YouTube? La última cifra pública fueron 120 millones, pero ya se dio hace varios años y, proporcionalmente, el número de vídeos en HD, sin duda, será muy superior al de Tidal. Y tengamos en cuenta que justo ahora están llegando a YouTube clips 4K a 60 fps.

¿Líder en audio también?

Una de las principales quejas de compañías como Spotify, Deezer o Pandora es la supuesta impunidad legal con la que se trata el audio en YouTube. Seguro que no es ninguna sorpresa para nadie si hablamos de que hay discos completos, de que es el lugar en el que seguramente aparezcan más rápidofiltraciones de nuevos singles/canciones y de que, en definitiva, acaba teniendo un catálogo musical tan amplio o más como los citados servicios de streaming. Es cierto que hay mucho control con según que lanzamientos, pero, como se suele decir, es imposible ponerle puertas al campo.

En el lado lícito del asunto encontramos los famosos lyric videos, ese formato promocional que usan los artistas para presentar nuevo material. Aquí uno muy famoso y currado de Maroon 5:

No sólo los números cuentan

A pesar de que en números y penetración YouTube es líder indiscutible en términos de vídeo, debemos ser conscientes de que la experiencia de usuarioes un factor importantísimo. Y aquí la compañía de Google lleva tiempo esforzándose, tanto para que los creadores lo tengan fácil a la hora de subir contenido, como para que los usuarios disfrutemos sin demasiadas trabas de lo que vemos. Aquí es donde entra la tan odiada publicidad o el temido algoritmo de detección de copyright, pero lo cierto es que YouTube ha presentado mejoras en estos campos.Las claves: Experiencia de usuario, gran base de usuarios y toneladas de contenido

Por ejemplo, cuando se sube un contenido, YouTube ya avisa de si tendrá algún tipo de notificación de copyright y, en ese caso, si podrá verse o no en dispositivos móviles (por citar un posible escenario). ¿Y qué hay de la publicidad? YouTube asegura que el 85% de sus anuncios integrados se pueden saltar (otra cosa es que nos parezcan demasiado molestos).

Ahora ordenemos todas estas ideas y añadamos el servicio de pago de YouTube en la mezcla, que permitirá consumir audios y vídeos sin publicidad y guardarlos para verlos/escucharlos offline en cualquier lugar por 10 dólares al mes. Sumemos también los contenidos exclusivos que, entre Youtubers y artistas con una base de millones de fans, serán un incentivo para que más usuarios decidan pagar por YouTube.

Si como resultado obtenemos un servicio de streaming de audio y vídeo de calidad, con mucho catálogo, con la posibilidad de quitarle la publicidad y consumir offline en modo local, con una interfaz de sobra conocida y cada vez más pulida tanto en escritorio como en mobile, con un precio competitivo y con un gigante detrás como Google, ¿quién podrá hacerle frente?

Obviamente, habría que responder otras preguntas que serían también decisivas. Cómo de restrictivos serían los acuerdos a los que llegue Google con las discográficas (cuántos royalties tendría que pagar, si las indies se acaban sumando al carro, si se tiene o no más control con los contenidos de terceros, etc.); si YouTube es capaz de ofrecer la comodidad que ahora tienen los servicios de música en streaming (playlists, guardar favoritos, radio, etc.) y, por supuesto, si los usuarios lo acaban instaurando como su elección mayoritaria de consumo en streaming audiovisual. Lo que está claro es que el reino del streaming está más interesante y disputado que nunca.